Los 24 Portales de los niños cristicos

Estos portales nacen a través de sus canales, Aripka Maia y Rubí, luego de una profunda conexión con los ancianos de los días. Ellos se presentan como un gran consejo de seres que sostienen el proyecto de este planeta tierra y su escuela de aprendizaje.

Los ancianos de los días son, en su mayoría, maestros ascendidos que están colaborando con la misión que está llevando adelante la humanidad. En este planeta se concentraron todas las bibliotecas que alguna vez existieron en este universo local y, a su vez, se reunieron todos los seres que cayeron con su conciencia en diferentes galaxias o espacios de esta vía láctea.

Los ancianos colaboran desde el otro lado del velo para que la humanidad pueda dar el salto y ascender a un nuevo estado de conciencia.

Un día, estábamos conectando con algunos de los ancianos de los tiempos, específicamente con Merlín, y sucedió que, en vez de verlos con esa apariencia de ancianos, comenzaron a presentarse ante nosotros en su estado de niños. Todo esto sucedió en visiones que comenzamos a tener de ellos en ese estado. Cada anciano se mostraba como niño y comenzaba a darnos mensajes de lo que su dimensión de niño trabajaba en el espacio del universo a la que sirven.

Así, fuimos canalizando sus mensajes y sus apariencias en esa dimensión. Si bien sabemos que ahí todo es energía, la forma física y las ornamentaciones en cada carta son medios de descripción de lo que cada ser es y hace.

Cada carta es un portal de energía que trae un mensaje de sabiduría a este plano humano. A través de cada niño crístico podemos recibir su emanación de luz y nutrir a nuestro propio niño y anciano interno.

Ellos nos explican que ambas conciencias, la anciana y la niña, son dos polos de un mismo eje; la energía se mueve de un punto a otro y cada una es necesaria para la manifestación de la otra porque representan el ALFA y el OMEGA, el principio y el fin, creando así el OUROBORO (la serpiente que se muerde la cola).

Esta imagen representa la maestría completa del ser. El viaje se ha realizado desde el principio al fin y ambos puntos convergen en un principio para ser la vida eterna.

Los portales de los niños crísticos llegan al planeta para alumbrar a esa parte niña y a esa parte anciana de nosotros mismos. Somos seres muy antiguos del universo y es tiempo de activar toda nuestra sabiduría. Deseamos que cada persona pueda recordarse como lo que es: UN TESORO ANTIGUO DE LA CREACIÓN.

En el oráculo tenemos 24 portales, 12 conciencias niñas y ancianas femeninas y 12 conciencias niñas y ancianas masculinas. Son en total 12 parejas energéticas o 12 equipos de creación. Una conciencia femenina activa en su santa trinidad (un 3), más otra conciencia masculina unida en su santa trinidad (otro 3), crean la posibilidad de ser un equipo creador, lo que significa que todo lo que juntos proyecten tiene mucha más potencia y fuerza, porque al unirse, son un 6 y este número es el que produce el efecto multiplicador dentro de la cosmovisión de los números kryonianos.

Las 12 parejas:

1. Niña Kuan Yin y Niño Buda
2. Niña María y Niño José
3. Niña Isis y Niño Osiria
4. Niña Hathor y Niño Ra
5. Niña María Magdalena y Niño Jesús
6. Niña Nimú y Niño Merlín
7. Niña Nefertiti y Niño Akenaton
8. Niña Ixchel y Niño Itzamná
9. Niña Lilith y Niño Adam Kadmon
10. Niña Maia y Niño Rubí
11. Niña Tonanzin y Quetzalcóatl
12. Niña Barnunmbir (Lady Venus) y Niño Kumara

Las 12 parejas representan una convención de energías que trabajan juntas para la ascensión planetaria. Esto no quiere decir que no existen otros seres que también forman parte de esta convención. Hay muchas más conciencias, pero para este oráculo solo se han presentado estos 24 portales que contienen la energía de todos los demás.