Se habla mucho sobre la verdadera naturaleza del hombre y de sus prioridades.
Para mí, lo que hace la diferencia entre una persona realizada o no está en las pequeñas cosas:
-Que te llamen para saludarte cuando vas de espaldas por la calle,
-Lo que dicen de ti cuando no estás,
-Y cómo te reciben cuando llegas a tu casa.
Ya sabes: tu mujer, tu marido, tus hijos, ese hogar que suena a:
“ya está listo para comer, amor… qué bueno que llegaste, ya te extrañábamos”.
Eso que te acabo de decir no tiene precio.
Porque si tienes eso, lo demás lo puedes construir.
Pero si no lo tienes, por más logros que acumules afuera, tarde o temprano te das cuenta de que la vida está vacía.
No hay satisfacción más grande que tener una meta en pareja y cumplirla juntos.
Nada se compara con mirar hacia atrás y decir con orgullo:
“estos son nuestros frutos, lo hicimos juntos”.
Y si puedo decirte que esa es la sensación más satisfactoría es porqué también conozco la más dolorosa, la que no auguro a nadie. ¿Cual es?
Cuando inviertes mucho en una relación y descubres de un día para otro —como si se te cayera un velo— que estabas con un vago, un manipulador, un narcisista, un necio… o peor, todo junto.
Y hay más. Eso duele doble: porque no solo sufriste con esa persona, sino porque inevitablemente algo dentro de ti se pregunta por qué la atrajiste.
Y la respuesta es dura: en alguna área de tu vida tú también estabas siendo igual de vago, necio, manipulador… narcisista, en fin, lo que fuera.
Porque —a ver— por algo atrajiste a esa persona.
Eso es lo que duele de verdad: que los aprendizajes te salgan caros.
Cuántas veces después de eso tuviste que mudarte otra vez,
contratar abogados,
o ver el dolor de tu inmadurez reflejado en la mirada perdida de tus hijos.
Eso duele, y te lo digo por experiencia y no se lo auguro a nadie.
Ya sabes que un niño tenga que sufrir por la inmadurez de sus padres, uff, es fuerte.
Y para uno mismo, también es un golpe muy difícil de sostener.
Por eso creé estas sesiones:
-Para que no tengas que pasar por lo mismo.
-Para ahorrarte disgustos y acompañarte a que te conviertas en una persona medianamente completa,
de modo que lo que atraigas a tu vida esté a la misma altura y no te salga con sorpresas que no habías visto antes.
Y si ya estás en una relación donde ves potencial, estas sesiones también son la excusa perfecta para afianzar y seguir creciendo, en las áreas donde sientes que flaqueas, tanto tú como tu pareja, o juntos. El valor es el mismo.
⏳ Duración: 1 hora
💶 Precio: 100 € (hasta hoy)
📝 Rellena el formulario: me dará una idea de tu caso y de si realmente puedo ayudarte. En cualquier caso, te contestaré: si puedo, avanzamos; y si siento que alguien más es más indicado para ti, también te lo diré.